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La singular experiencia gastronómica del Real Café Bernabéu

La singular experiencia gastronómica del Real Café Bernabéu

Diseñado en dos plantas, por el arquitecto norteamericano Jordan Mozer, tiene diferentes usos a lo largo del día y solo permanece cerrado mientras se disputan los partidos del Real Madrid. Durante el día, la planta a nivel de calle se utiliza como cafetería o como espacio donde tomar pinchos. Por la noche, es un bar de copas.
 
En la planta superior está el restaurante; con su espectacular cristalera, de 80 metros de largo, desde la que se observa una amplia panorámica del estadio. Todo envuelto en una decoración moderna, con juegos de luces que van cambiando. El Real Café Bernabéu, bajo la dirección general de David Galeote, posee una cocina tan interesante que ha merecido un sol de la Guía Repsol.

Amplísimo horario de apertura
Aunque en el “coliseo” blanco existen otras alternativas gastronómicas, el Real Café Bernabéu se ha convertido en uno de los espacios más divertidos y singulares de la ciudad que, además, permanece abierto en un amplio horario (desde las 9 ó 10 de la mañana, con desayuno incluido, hasta las dos de la madrugada).

En las horas de la comida el jefe de cocina, Patricio Massimino, propone diferentes alternativas, todas ellas basadas en una cocina tradicional de corte mediterráneo, cuidadosamente revisada.

Por un precio medio de 25 euros se pueden tomar entrantes como: el jamón ibérico de Guijuelo cortado a mano; el queso torta de Extremadura; el ceviche de pez limón; el carpaccio de carne al rojo vivo; la ensaladilla rusa Realcafé Bernabéu; el escabeche de salpicón de marisco; las verduritas de temporada gratinadas; las croquetas caseras crujientes; o los chipirones fritos. Todos pueden pedirse también en medias raciones.

Después hay arroces; platos de pasta o huevos; además de guisos del día (bacalao en tempura, merluza asada con verduras crujientes, rape empanado con pisto); carnes (como la hamburguesa Realcafé Bernabéu, la brocheta colgante de solomillo, o piezas grandes para compartir, como el rabo de buey glaseado o el jarrete ibérico).
El restaurante incluye un menú infantil (los niños son un colectivo muy importante en las visitas al Bernabéu) al precio de 18 euros.

Una vistosa vinoteca
También se responsabiliza de la carta de vinos, porque uno de los alicientes de este espacio radicado en el estadio del Paseo de la Castellana es una vistosa vinoteca (un espacio minimalista pensado con esmero para ofrecer a la clientela los mejores vinos nacionales a una temperatura perfecta).

Ha sido diseñada por la tienda especializada Advinum y que continúa con la línea vanguardista del restaurante. Con capacidad para 1.500 botellas, la nueva vinotera parece una biblioteca, pues en sus estanterías se pueden encontrar verdaderas joyas vitivínícolas sometidas a cuidados constantes.

En temporada de verano, Realcafé Bernabéu abre su terraza, con capacidad para un centenar de personas y habilitada sobre las mismas gradas.

En conjunto, se trata de un escenario gastronómico curioso que impresionará a visitantes y turistas. Eso sí, siempre que no tengan el antimadridismo como bandera (o, incluso, aunque lo tengan).


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